Asclepias curassavica

Asclepias curassavica

Nombre científico: Asclepias curassavica L.

Familia: Apocinaceae

Nombre común: asclepias

Es un arbusto más bien herbáceo que puede alcanzar hasta un metro de altura. Los tallos son erectos y de tono grisáceo, ya que son ligeramente tomentosos; las hojas se disponen opuestas a lo largo de ellos, son de forma lanceolada y pueden llegar a medir unos 15 cm. Tienen unas inflorescencias con entre 10 y 20 flores que surgen al final de los tallos. Las flores combinan los colores rojo, naranja y amarillo, por lo que también se las llama flor de sangre o bandera española. El fruto es una vaina alargada llamada folículo; cuando se abre libera unas semillas que tienen pelos sedosos, lo que ayuda a su dispersión por el aire.

La especie se distribuye de forma natural entre México y América tropical, pero se cultiva como ornamental en casi todas las zonas templadas y tropicales del planeta por su vistosa y prolongada floración; también porque resulta atractiva para los insectos, como abejas y mariposas, especialmente para la monarca, que ponen aquí sus huevos para que las orugas se alimenten de sus hojas. Aunque la savia de asclepias puede resultar tóxica, su látex y su semilla tienen algunas propiedades medicinales, y se usa para problemas dentales y dermatológicos entre otras cosas. En alusión a las propiedades medicinales de este género, su nombre está dedicado a Asklepios, dios de la medicina y la curación en la mitología griega. El de la especie se refiere a la isla de Curazao, en el Caribe.

Es una planta resistente, que soporta algo de sequía y crece bien a pleno sol. En La Concepción se puede ver un grupo de ellas junto a los cuatro estanques redondos.